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Proptosis

Proptosis
25/07/2023 María de la Luz Ramírez

¿Qué es una proptosis ocular?

Proptosis se refiere a la salida del globo ocular de la cavidad orbitaria, asociada a un entrampamiento del ojo por parte de los párpados, y a un evento inflamatorio orbitario severo, los cuales, impiden que el ojo vuelva a su posición normal. Es un evento doloroso y que conlleva a la potencial pérdida de la visión y/o del órgano.

Figura 1 – Paciente canino con antecedente de traumatismo por mordedura. Se observa la salida del globo ocular de la órbita y un severo hematoma periorbitario. Los párpados entrampan al ojo y lo mantienen afuera. Se percibe además hemorragias alrededor de la esclera.

¿Qué causa la proptosis?

Los eventos traumáticos son la causa más común de esta entidad. Sin embargo, en los perros braquicéfalos (perros de hocico corto o chatos y órbitas poco profundas), una manipulación ligera o moderada de la cabeza, cuello, piel facial o párpados puede inducir proptosis (p ej. correa en el cuello).

Figura 2 – Paciente braquicéfalo con historia de traumatismo por vehículo automotor. El ojo está fuera de la órbita, la pupila está miótica y se denotan hemorragias en la esclera debidas a ruptura de músculos extraoculares.

¿Cómo se diagnostica la proptosis?

La historia clínica revelará antecedentes de traumatismo, y la exploración visual de un ojo protruido que no puede reducirse a su posición normal son confirmatorios de proptosis. Es importante diferenciar con anormalidades como buftalmia (ojo agrandado asociado a glaucoma, tumor intraocular por ejemplo) o bien, exoftalmia (ojo protruido pero aún dentro de la cavidad orbitaria – ojo saltón-, relacionada con enfermedad de los tejidos orbitarios, como absceso retrobulbar, neoplasia, sialocele, miositis de músculos extraoculares, etc.)

¿Cómo se trata la proptosis?

Es importante acudir de inmediato a atención médica veterinaria especializada, ya que se trata de una urgencia oftalmológica. Durante el traslado las gotas o ungüentos lubricantes serán de ayuda para evitar desecación y ulceración corneal secundaria a la falta del parpadeo.

Figura 3 – Paciente con proptosis traumática. Se denota la desviación lateral severa debida a ruptura de músculo recto medial. La pupila está dilatada y la córnea no denota aún lesión ulcerativa. Se colocó ungüento de petrolato para proteger la superficie corneal.

EL tratamiento principal es mediante manejo quirúrgico bajo anestesia, esto con el objetivo de relajar al paciente, aliviar el dolor y permitir que de forma manual se reintroduzca el ojo a la órbita. Si el grado de inflamación de los tejidos perioculares es severo, podría ser necesario realizar un corte en la porción lateral del párpado para ganar espacio y facilitar la reintroducción del ojo (cantotomía lateral). Cuando el ojo esté en posición correcta, se procede a realizar una tarsorrafia temporal (cierre temporal de los párpados, suturando párpado superior a inferior). Este procedimiento permite contener al ojo y evitar su salida nuevamente.

Con el tiempo, habrá fibrosis de los tejidos perioculares, lo que permitirá su fijación. Cabe señalar que. la tarsorrafia debe permitir una pequeña apertura (normalmente en el canto medial) para la instilación de gotas tópicas que puedan requerirse. Los párpados permanecerán cerrados por un lapso de al menos 2 semanas.

Figura 4 – Tarsorrafia temporal con ligero espacio en el canto medial para la colocación de medicación tópica.

El tratamiento médico tópico también está indicado, el cual, está basado en lubricantes, desinflamatorios y en caso de haberse generado úlcera corneal, en antibióticos. Para control del dolor se pueden utilizar cicloplégicos, previa medición estricta de la presión intraocular. Como terapia sistémica también se indican desinflamatorios (esteroides en muchos casos) y antibióticos si la causa traumática implicó pérdida de continuidad de los tejidos y sangrado (mordidas, atropellamientos, peleas).

¿Qué pronóstico tiene la proptosis?

El pronóstico de la proptosis dependerá en gran medida del grado de daño al globo ocular y los tejidos orbitarios, músculos extraoculares y nervio óptico. Así como de la premura en la atención médica. Por regla general los caninos tienen mejor pronóstico funcional que los felinos. Algunos indicadores que nos ayudan a establecer el pronóstico son los reflejos pupilares, la presión intraocular, la integridad corneal, la integridad escleral, y la cantidad de músculos extraoculares transectados o dañados. Las secuelas más frecuentes incluyen la pérdida visual, deficiencias de la lubricación, desviación del ojo debido a ruptura muscular (estrabismo), disminución en el parpadeo y por ende falla en la protección del ojo.

Figura 5 – Ojo protruido que no recibió atención oportuna. Se observa completa resequedad de la córnea conjuntiva y esclera.

Figura 6 – Paciente pug con historia de proptosis tres semanas atrás. Al momento del retiro de los puntos de la tarsorrafia se observó la desviación dorso lateral del globo ocular debido a ruptura muscular.

Si el daño es severo, el dolor no es controlable o los indicadores funcionales no son alentadores el retiro del ojo (enucleación) puede ser una alternativa a considerar. La recomendación es consultar con el médico veterinario oftalmólogo certificado para la atención y seguimiento de esta condición observada desafortunadamente de manera frecuente.

Figura 7 – Paciente enucleado de ojo derecho secundario a daño irreversible por proptosis.

MVZ Esp. MMVZ Cert. Dipl. CLOVE María de la Luz Ramírez Méndez