La apariencia roja del ojo puede ser la primera indicación para el dueño de que puede haber un problema con el ojo de su mascota. El ojo rojo es un signo clínico común a una variedad de trastornos oculares. Esta alteración, muchas veces está asociada a trastornos sistémicos y no necesariamente a la afección exclusiva del ojo. Ocasionalmente las causas de un ojo rojo pueden ser bastante específicas, pero en otros no tanto, lo que requiere que el médico veterinario investigue más a fondo al paciente.
Los ojos rojos en perros y gatos pueden involucrar múltiples estructuras dentro y alrededor del mismo. Los ojos rojos pueden o no estar acompañados de una secreción ocular y o lagrimeo excesivo (ojos llorosos), ojos cerrados (dolor) y puede involucrar la pérdida de la visión.
Causas posibles mas comunes de ojos rojos:
1. Blefaritis: inflamación de los párpados, com o sin infección. Las infecciones puedem ser por bactérias, vírus, hongos e parasitas (Figura 1).
2. Ojo de cereza: salida de su posición normal de la glândula lagrimal del tercer párpado (Figura 2).
3. Conjuntivitis: inflamación com o sin infección de las conjuntivas oculares (infecciones de múltiplas origenes) (Figura 3).
4. Inflamaciones y Úlceras de córnea: surgem vasos sanguíneos em la córnea (Figura 4).
5. Escleritis: inflamación de la esclera (Figuras 5).
6. Glaucoma: aumento de la presión del ojo (Figuras 6).
7. Hipema: sangramento intraocular por detrás de la córnea frecuentemente por um traumatismo (Figuras 7).
8. Hemorragia subconjuntival: sangue abaixo da conjuntiva ocular (Figura 8).
9. Neoplasia intraocular y conjuntival (Figura 9).
10. Ojo seco: falta de lágrimas (Figuras 10).
11. Uveítis: inflamación de la porción vascular del ojo, íris e coroide (Figuras 10).
*Todas las fotos pertencem a los autores del artículo
Conocer las causas posibles más comunes de un ojo rojo, así como las características distintivas y los diagnósticos diferenciales para cada uno, ayudará al oftalmólogo veterinario a hacer un diagnóstico clínico preciso. También es muy importante tener claro que puede haber más de una causa presente. En realidad, una conjuntivitis banal puede convertirse en una inflamación de la córnea y puede complicarse con una uveítis que se puede complicar con un glaucoma. De ahí la importancia de un diagnóstico precoz que permita un tratamiento racional.El diagnóstico se basa en un examen clínico general y un examen oftalmológico y, en la mayoría de los casos, se solicitan pruebas complementarias para conferir mayor precisión al diagnóstico de cambios en el ojo y eventuales afecciones sistémicas con repercusiones oculares.El tratamiento médico tratará la causa, cuando se conozca, porque hay situaciones, particularmente en la uveítis, donde la causa es indeterminada, y el tratamiento será solo sintomático. Médicamente, los cambios oculares siempre se tratarán controlando la inflamación y el dolor, promoviendo la profilaxis de la infección y lubricación ocular. En el caso del glaucoma, se utilizarán medicamentos para controlar la presión intraocular y en casos seleccionados también se indicará tratamiento quirúrgico. La base del tratamiento ocular se lleva a cabo con gotas para los ojos y ungüentos. Los cambios sistémicos se tratan sistémicamente con medicamentos orales y/o inyectables.Cuando se realizan perforaciones oculares se realizará el restablecimiento quirúrgico de la condición hermética del ojo. También será quirúrgico redirigir las estructuras del ojo (glándula lagrimal del tercer párpado – “ojo çherry») a su posición original o incluso a todo el ojo cuando está en protuberancia.
Sin duda se considera que el correcto diagnóstico y tratamiento del síndrome del ojo rojo representan un gran reto. Sin embargo, es necesario un diagnóstico preciso seguido de un tratamiento racional para que los pacientes tengan calidad de vida y no pierdan eventualmente su visión debido a un diagnóstico y tratamiento inadecuados.