La córnea, porción de tejido transparente que se encuentra en la parte más frontal del ojo, posee características muy importantes que favorecen la visión. Su integridad se ve comprometida por lesiones que pueden ir desde algo simple, como es una erosión en la capa más anterior, o algo tan severo como una perforación completa de la misma.
La córnea, porción de tejido transparente que se encuentra en la parte más frontal del ojo, posee características muy importantes que favorecen la visión. Su integridad se ve comprometida por lesiones que pueden ir desde algo simple, como es una erosión en la capa más anterior, o algo tan severo como una perforación completa de la misma.
Los signos que se aprecian normalmente se acompañan de; dolor, lagrimeo, enrojecimiento, ojo apagado (semicerrado o francamente cerrado), renuencia a dejarse revisar e incluso en algunos casos, agresividad. Generalmente la sinología es similar en las diferentes especies (caballo, gato o perro).
Las lesiones de la córnea con base en su origen se pueden clasificar de diversas maneras. Pueden considerarse a veces sólo relacionadas con Inflamación o , en casos más complejos, presentarse como lesiones ulcerativas que muestran alteraciones del tejido como tal. Las causas que originan una Úlcera corneal suelen ser múltiples y en un gran número de casos están relacionadas con cuerpos extraños adheridos o perforantes, traumatismos que a veces son auto-infringidos o infecciones que afectan el tejido (bacterianas, micóticas o virales).
El paciente que muestre síntomas de esa naturaleza, debe ser llevado con prontitud al Medico Veterinario, quien podrá determinar la gravedad así como el curso a seguir. Mediante pruebas de diagnóstico tales como; Tinción de Fluoresceina, Tinción de Rosa de Bengala, Medicion de Produccion de la Lagrima, Oftalmoscopia directa e indirecta, entre otras, será posible determinar que tratamiento se requiere o incluso la visita pronta con el Oftalmologo Veterinario.
Un gran número de pacientes con úlcera corneal, pueden salir adelante siempre y cuando, sean llevados oportunamente con el médico o, en el mejor de los casos, con el Oftalmólogo. Como en otras áreas de la medicina, un diagnóstico pronto y oportuno, siempre será la base para un tratamiento adecuado. Con base en la revisión oftalmológica, el tratamiento puede consistir en colirios, ungüentos, geles, o en casos más graves, cirugía ocular.
Finalmente, cualquiera que haya sido la causa, los síntomas que sugieren una úlcera corneal son evidentes y requieren una atención inmediata. El Oftalmólogo usualmente tendrá la experiencia y capacidad para considerar el tipo de tratamiento, la duración del mismo, el pronóstico y las indicaciones que el propietario o médico general, deben seguir para poder lograr el mejor resultado.